Razones para no comprar libros de diseño
Publicado
Monday, May 15, 2006
por claves | E-mail de este post
Cuando empecé a estudiar diseño me entro mucho la emoción por invertir en libros. Mi idea era tener una fuente de inspiración y poder contar con una pequeña biblioteca de diseño para mi consulta personal. Pero cometí un error… en vez de hacerme de libros, me hice de puros catálogos. Acá algunas razones por las cuales no deberían comprar libros de diseño de ese tipo:
- En su mayoría son sólo catálogos o portafolios de diseñadores supuestamente “buenos”. No estoy en contra de ellos (que falso me escuché), pero muchas de estas cosas se pueden encontrar en Internet y sin hacer una inversión tan fuerte. Particularmente lo que no me gusta de estos catálogos es que ni siquiera resuelven problemas de diseño.
- Al ser catálogos y portafolios, casi no traen –o de plano no traen– texto del proceso que se llevó a cabo. El proceso muchas veces es más provechoso que sólo ver el resultado final y lo bonito que quedó.
- Particularmente los manuales disfrazados de libros relacionados con diseño web… se quedan bastante rezagados en muy poco tiempo. La mayoría de la información que traen se consigue gratuitamente en Internet y sobre todo más actualizada.
- Son caros, muy muy caros… por supuesto que si tienes mucho dinero, este punto no es para ti.
Pero así como existen este tipo de
libros que no son de mi elección, también hay otros que sí recomendaría mucho:
- Libros teóricos o de metodología: Estos libros los considero con mucha más propuesta que los catálogos, tal vez no traigan tantas imágenes a color pero lo que se puede aprender en ellos creo que bien vale la pena. Sobre todo como puntos de partida para la creación de proyectos propios.
- Libros de historia del diseño e historia del arte. Estos también creo que valen mucho la pena, el saber el origen de las cosas da una perspectiva más amplia a la hora de diseñar y sustentar los proyectos.
- El punto malo de estos libros es que también son caros… ni modo, no se puede tener todo en la vida.
Finalmente el libro va ser tan útil como lo sepamos aprovechar. En mi caso el error que cometí en su momento fue el confundir catálogos con libros y creo que hay que tener muy en claro que ámbos sirven para cosas distintas. ¡Cholin!
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