Cuando estoy trabajando en un problema, nunca pienso sobre su belleza. Solo pienso en como resolver el problema. Pero cuando lo termino, si la solución no es bella, se que está equivocada.
Me encantó esta frase, justamente porque la belleza para mí es algo así como un sistema coherente entre sus partes, que están en armonía, pero a la vez, presentan diferencias que lo hacen inquietante.
Esa coherencia debe estar presente desde lo funcional hasta lo visual.